Ahora que puedo ver los caminos de tu vida en tu piel,
ahora que puedo estar, nuevamente, tan cerca de tu boca,
tan cerca y como siempre, tan lejos,
ahora que , como antes, ensalzo tu ser al infinito,
lo arrojo ingenuamente hacia el cielo,
y por supuesto, te vuelves lo que siempre fuiste
(para mi) una Diosa etérea,
y en tus gestos encuentro el puente que une
los años perdidos,
los tuyos, los míos, los de los otros...
Y en las sutiles caricas que me das
invento un mar exhuberante
de verdes y rojos,
esperanzas nacientes, ocasos de otras vidas,
y finjo no ser feliz,
me convenzo de estar soñando,
pinto de negro el arco iris de tu pecho,
para seguir engañando a mi mente
de la historia pesimista y perdida,
de mi ayer y de mi hado.
Y, al callar un suspiro,
al torcer mi mano por no tocarte,
descubro que velo tu sueño y guardo tu voz
en una cama de algodones,
de la que decido no levantarla,
y anhelo, escucharla en mi corazón,
escuchar el canto de sirena mimosa
que por error calculado
me hace cuerdo, al fin,
y resuelve la ecuación
muestra el camino correcto,
muestra la pieza que faltaba del rompecabezas,
la que nunca crei volver a encontrar,
y une ese antes y el devenir,
y, mejor aun, me hace consciente del presente
la última sonrisa que dibuja mi boca
es ahora el sello del contrato,
me convierte en el guardián de tu norte y sur,
este y oeste,
y, sobre todo tu centro, el origen y el fin,
une tus caminos y los hace míos,
y, también te muestra los míos,
los que no habías conocido.
Cómo poder perdernos ahora,
¿cómo?
Buena pregunta... imposible perderse.
ResponderEliminarY ahora... que harás con las últimas palabras que te quedan?
abrazos
Ese es el problema, siempre (tal vez a voluntad)terminamos perdidos otra vez, incluso a veces sin palabras...
ResponderEliminarhttp://www.goear.com/listen/394d648/ne-me-quitte-pas-miguel-bosé
ResponderEliminar;)