martes, 31 de agosto de 2010

Ser de Luz



Tú, ser de luz, que ingresas a mi vida,
que sólo eres visible cuando cierro mis ojos,
permanece conmigo,
vienes porque te necesito,
entonces quédate,
solo tu luz ilumina este día ordinario y absurdo.

En tu fulgor puedo ver los colores de que está hecha la vida,
los rostros, las risas, el llanto... puedo sentir otra vez.

Es cierto, no puedo cortar tus alas,
no lo haría así pudiera,
mas yo no puedo volar, ¿cómo seguirte si te vás?

Y el dilema eterno, no poder quedarse y no querer partir,
entonces te pido: !enséñame a volar¡
Si no lo consigo seré feliz en el aprendizaje,
y caeré alegre cuando llegue mi hora,
y aunque lo ignorarás,
cuando encuentres otras alas como las tuyas,
en un ser recién nacido,
seré Yo nuevamente
y esta vez ya no caeré, no más.

jueves, 26 de agosto de 2010

Sombras



Hay un mundo donde las sombras somos nosotros
y nosotros somos las sombras,
donde el reflejo del espejo
es el exacto opuesto,
donde lo derecho es lo izquierdo,
lo que no existe es tangible
y lo que que aprieta el pecho
y drena el músculo noble
tiene el color y la consistencia del aire,
está más allá de la estratósfera
está al otro lado de la luna,
allí las sombras son todo
porque todo es sombra,
pero donde tú eres la luz...

viernes, 20 de agosto de 2010

La Misma Luna


Un imbécil más, enamorado de la Luna,
buscando un pequeño fulgor entre las nubes,
ignorante que esta noche ella coquetea con el otro,
el otro lado de la Tierra,
y aquí no deja mas que su recuerdo en la mente,
aquí en el mismo cielo de desdichas,
en donde hoy (sólo hoy) el tiempo se ha detenido
y vibra el viento con las mimas notas
de hace mil años, y
repite la canción azul de toda la vida,
de toda su vida, y
se imagina iluso,
que es la última noche sin Luna,
sin su Luna,
sin la Luna de todos y de nadie,
o es que al fin alguien logró encontrar
su otro lado, el oscuro, y
pudo iluminarlo;
así, ebrio de amor,
aquel tonto enamorado juró ser la última vez,
crédulo profano perdido,
después de mil años aun cree que saldrá la Luna para él,
podrán pasar otros mil años más y ella seguriá ocupada
con antropófagos sin alma,
pero el fantasma que siempre ha sido,
abrirá sus ojos sólo una vez,
y su mano alcanzará a tocarla,
más allá de las nubes,
más allá de sus sueños,
más allá de su propia cárcel ciega,
y entonces, como siempre se ha sabido,
jueza, parte, verduga ejecutora de su propio veredicto
dictará sentencia final,
y sin entenderlo bien,
el necio de siempre será ahora consciente
de su linaje y de su esencia,
sus vestidos eran de oro,
su corazón era del fuego básico,
y su luz era la que la iluminaba,
ella siempre lo había necesitado,
ella siempre lo había esperado,
ella siempre lo había amado...

Y así ¡por fin! en el último día
pudieron sonreir juntos,
frente a frente,
y con el beso final, la explosión esperada tanto,
¡aconteció!

Sol y Luna son lo que siempre han sido:
amantes inmortales y amnésicos,
jugando a no ser dioses, y a veces,
regresando a su casa,
al final de su día,
al principio de su amor,
su propio amor.

martes, 17 de agosto de 2010

Guerra Furiosa


Destrozé hasta la última hebra de tu verguenza,
encendí la luz a más grados que el sol
iluminando todo el recinto hacia adentro,
elevé tu entendimiento a un nivel
que solo un grito y una lágrima expresan,
y gasté toda mi fortaleza en tu resguardo.

Tarde fue al caer en que
no fue más que tu sombra,
la que me embaucó burlona
y traidora,
mientras tu seguiste siendo
la aplicada ignorante
que sigue cerrando círculos
dibujados en otros mundos.

lunes, 16 de agosto de 2010

Caminos



Ahora que puedo ver los caminos de tu vida en tu piel,
ahora que puedo estar, nuevamente, tan cerca de tu boca,
tan cerca y como siempre, tan lejos,
ahora que , como antes, ensalzo tu ser al infinito,
lo arrojo ingenuamente hacia el cielo,
y por supuesto, te vuelves lo que siempre fuiste
(para mi) una Diosa etérea,
y en tus gestos encuentro el puente que une
los años perdidos,
los tuyos, los míos, los de los otros...

Y en las sutiles caricas que me das
invento un mar exhuberante
de verdes y rojos,
esperanzas nacientes, ocasos de otras vidas,
y finjo no ser feliz,
me convenzo de estar soñando,
pinto de negro el arco iris de tu pecho,
para seguir engañando a mi mente
de la historia pesimista y perdida,
de mi ayer y de mi hado.

Y, al callar un suspiro,
al torcer mi mano por no tocarte,
descubro que velo tu sueño y guardo tu voz
en una cama de algodones,
de la que decido no levantarla,
y anhelo, escucharla en mi corazón,
escuchar el canto de sirena mimosa
que por error calculado
me hace cuerdo, al fin,
y resuelve la ecuación
muestra el camino correcto,
muestra la pieza que faltaba del rompecabezas,
la que nunca crei volver a encontrar,
y une ese antes y el devenir,
y, mejor aun, me hace consciente del presente
la última sonrisa que dibuja mi boca
es ahora el sello del contrato,
me convierte en el guardián de tu norte y sur,
este y oeste,
y, sobre todo tu centro, el origen y el fin,
une tus caminos y los hace míos,
y, también te muestra los míos,
los que no habías conocido.

Cómo poder perdernos ahora,
¿cómo?

viernes, 13 de agosto de 2010

Pausa obligada

No te detengas día de hoy,
no prosigas tampoco,
si es vida lo que somos,
por qué este día fue el calco del otro,
¿y que será de mañana?
¿que será del mañana?

A veces queremos saber qué es lo que pasará,
y si lo supiéramos,
cambiaría algo el saber...

Saber dónde estás,
saber que hiciste,
que harás,
saber a quién querrás,
saber si mañana me querrás.

Por eso es mejor, tal vez,
no saber y no avanzar,
poner pausa infinita
y
quedarnos aquí,
tan solo
para no saber.

martes, 3 de agosto de 2010

Ojos de Nubes



Aquellos ojos hermosos desaparecieron de mi vista y de mi mente,
los recordé hoy, cuando encontré nuevamente la mansión embrujada
que guardaba la dueña de mi corazón,
quien me hechizó también a mi y me tuvo a su lado por un tiempo atrás...

No recuerdo como la olvidé, pero ahora con toda la furia acumulada
durante años de tristeza de no verla,
destrocé cada centímetro de aquellas ruinas que aun quedaban
de la ominosa mansión de antaño,
con mis propias manos derribé cada muro, todo,
la sangre chorreando por mis dedos me hizo volver al presente
y darme cuenta que ya no estaba;
sin temores, ya con el corazón vacío
recién pude observar el cielo
y allí estaba, gigantesco fiero, de mirada aguda,
el inmenso megalodón hecho de nubes,
cedió ante el impetuoso viento,
y al final, estando ya en el mismo cielo,
encontré la paz que busqué durante toda mi vida,
mi cuerpo, ahora de nubes blancas
se desvanecía dejándome cada vez más una felicidad
sobrehumana,
y casi en el limbo, antes de perderse mi forma junto con todo
el resto del cielo, pude verlos nuevamente,
se formaron para sonreirme, los ojos de nubes
se fundieron con lo que quedaba de mi mismo.