miércoles, 10 de marzo de 2010

PIEL DE NACAR


Cuando veo tu piel, ya la siento tan lejana,
ya no es del color en mi memoria,
ahora es como el nácar,
tan pálida, ya sin vida,
y me pregunto si siempre fue así,
pero las fotos no pueden ser como la memoria,
pues la recuerdo canela en olor y gusto,
pero cómo es posible que ahora observe
un madreselva inverosímil.


Y todo se confunde, y todo me arrastra y cambia
mi equilibrio y mi voluntad,
y ya no estás, ya te fuiste,
en realidad
tal vez nunca terminaste de llegar,
y mi mente fue arrasada por la marea de tu ser,
material, exuberante, ardiente,
y por eso no comprende
la diferencia de la evidencia física contra la memoria,
y no hay más que reconocer
la realidad: todo fue una mentira,
ilusión de mis pensamientos febriles,
sumado al narcótico aroma de tu sudor
y el claroscuro de la habitación de turno.

El fantasma imperceptible que eres,
es lo que siempre fuiste,
sin sabor,
sin color,
sin amor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario